By Angeles Navamuel



“Nuevas formas de víncularnos”

1. Agenda/diario y fibras: Escribir y conectarme con mis miedos, deseos, angustias, reconocerme.
2. Cuaderno y lápiz: donde escribo cartas. Encontré una manera de conectarme con mis vínculos que no tengo cerca: la escritura y el intercambio.
3. Las pantuflas de chanchos: la unión con Mora, mi hija de 12 años.
4. Frasquitos con especias y condimentos: que me conectan con el mundo de Luna, hija de 21 años que que vuelve a casa con la pandemia.
5. Hilo, aguja y elástico: reinventarme con la costura, comienzo a coser barbijos como necesidad primaria para poder salir.
6. Pantuflas blancas con medias: el nuevo vínculo con mi compañero en casa, a partir del aislamiento.
7. Dos pares de Pantuflas con pompones, de Grecia: me conectan con Zoe y Luna dentro del hogar.
8. Manta rosa: relaja, abriga, con ella veo series y películas. Evitando la información del COVID-19.
9. Rodillo y pincel: encuentro con mi pareja y sus actividades dentro de la casa/hogar.
10. Salto de cama violeta: nuevo encuentro, momentos con Zoe, la novia de mi hija Luna.
11. Delantal floreado: este elemento representa mi relación con la cocina, y con cualquier integrante de mi casa durante el aislamiento.
12. Ovillos de lanas y ajugas de tejer: necesidad de empezar a descansar la mente, conexión con mi ser. Conmigo.
13. Zapatillas/botas con medias: la conexión con mi hijo de 25 años, en estos 50 días de aislamiento, su posibilidad de lavar ropa en casa y visitarme!.
14. Espátula, recetas, batidor rojo. Palitos para sushi: el vínculo con Mora, hija de 12 años, y sus ganas de cocinar dulce, todos los días.
15. La perra: el vínculo con Milú en celo y la posibilidad que sea madre se dió solo en cuarentena! Contactarnos con nuestras mascotas, también se cambió en este aislamiento.

La Plata, Argentina
Universidad Nacional de La Plata