By Florencial Roldan



“Re-encontrarse, re-inventarse”
Hábitos de siempre, algunos dejados de lado, muchos olvidados que volvieron mejorados y otros nuevos que siempre quisieron pertenecer.

1. Acuarelas, porque volví a conectar con este pasatiempo que me relaja.
2. Lápiz + estilógrafo + goma: kit de supervivencia.
3. Vino, que fue un regalo. En lo conceptual, nos mantiene unidos. Y en lo tangible, la verdad es que es muy rico.
4. Tupper, representa a la comida. Porque si hay algo que no puedo parar de hacer es cocinar, y mi freezer está repletos de estos.
5. Libro, que justamente estoy leyendo ahora. Volví a ese lindo hábito que tenía un poco oxidado y me prometí leer los libros que tengo olvidados en mi biblioteca.
6. Cactus y suculentas, son lo único que puedo cuidar a parte de mí.
7. Anteojos, que entre tantas horas de pantallas me devuelven un poco la vista.
8. Guantes, porque era más fácil que fotografiar todos los productos de limpieza.
9. Medias, porque no importa si estoy durmiendo, si estoy haciendo ejercicio, limpiando, o lo que sea, es lo único que siempre permanece. Socks are the new black.
10. Café, tomarlo es casi tan necesario como respirar.
11. Naranja, mi día no arranca hasta que tome mi jugo de 2 naranjas.
12. Crema, porque lavarse tanto las manos no significa que estén hidratadas.
13. Tapabocas, mi accesorio estrella en estos días. Y está hecho por mi 💛.
14. CD, representa toda la música que estoy escuchando. Volví a mis clásicos.
15. Cuaderno, donde escribo.