By Iván Rösler


1. Auriculares. Se volvieron claves para que el zoom no acople y para poder compartir espacio de trabajo con mi compañera
3. Cable para cargar el celular. imprescindible en este contexto. Este en particular me acompaña a todos los espacios de mi casa.
3. controlador MIDI. Dado que mi guitarra quedo en la sala de ensayo, este controlador (y la compu, claro) se volvió mi herramienta compositiva favorita.
4. Barbijo. este barbijo medio pelo es el mas cómodo que conseguí hasta la fecha.
5. Rociador. Con alcohol y agua en un porcentaje de 70/30, ideal para desinfectar patas de perros post paseo.
6. La notebook se volvió el centro de la actividad en mi día a día. Por ahí pasan el trabajo, las clases, la composición y las pelis.
7. Cuchillito. Este me lo trajo un amigo de un viaje y se corta todo. se volvió mi favorito y lo uso tanto para cocinar como para almorzar o cenar.
8. Gomita de pelo. Clave para ver bien durante esas nuevas tareas que requieren las las dos manos
9. Cuenco contenedor. He notado que mi casa esta llena de pequeñas cosas. Este elemento es ideal para ordenar y tener a mano varias cositas sueltas que anden dando vueltas.
10. Lectura. Volví a leer algunas cosas del estilo hágalo usted mismo, o en este caso, el libro POSTPUNK de caja negra, que me tiene entretenido buscando bandas que no conozco de los 70s, 80s y 90s.
11. Tapones para los oídos. Recién mudados, con vecinos ruidosos, se volvieron elementos imprescindibles.
12. Control remoto. Volví a usar la tele después de 20 años sin tocarla. Este control se volvió bastante útil
13. Telefono fijo. Para largas llamadas familiares, que se volvieron mas frecuentes.
14. Anotador. Se volvió un complemento clave de la compu. Puedo dibujar y mostrar a cámara durante los frecuentes “encuentros de diseño de espacios”
15. Atornillador. Se volvió clave para reparar de todo en mi casa. Arreglar puertas, armar y desarmar, agujerear.