By Maria Emilia Mir




Fortaleciendo mi identidad y autonomía


1. Pan casero: siempre cociné, pero hacer pan es una terapia que empecé a compartir con muchas personas lejanas.
2. Molinillo de café: era de mis viejos y tiene un valor enorme. Mis mañanas dejaron de tener olor a café en saquito (el que tomaba en el laburo).
3. Un libro: soy Lic. en Letras, trato de leer siempre algo diferente. Esta vez, sobre las mujeres en la Bauhaus. Leer me transporta a otros mundos.
4. Mi libreta de pensamientos/sketchs: escribo/dibujo algunas cosas que luego comparto en Instagram con un highlight que se llama "Historias de cuarentena".
5. Mi cezve: en este pequeño jarrito de cobre preparo el café que molí antes. Es mi infaltable en este momento.
6. Una amatista: según dicen, su energía alivia las tensiones físicas, emocionales y psicológicas (¿será?).
7. Plantas: se volvieron puntos focales donde dirigir la mirada en momentos de ansiedad o estrés.
8. Juegos: a veces mitigo la soledad con juegos interesantes. Armando una juegoteca en casa.
9. Taladro: aprendí a hacer muchas más cosas sola, apliqué conocimientos que aprendí en DI y al ayudar a mi viejo de chica.
10. Una pequeña pieza cerámica: representa un emprendimiento que no puedo avanzar por la pandemia. Trato de no olvidarme del material haciendo pequeñas piezas con cerámica sin horneada.
11. Barbijo: el nuevo objeto fetiche. Hice para mí y para varias personas para seguir aportando al bien común.
12. Quena: era un adorno, ahora estoy tratando de aprender a tocarla. También trabajo la capacidad pulmonar.
13. Gotero con lavandina pura: como cuando era chica y hubo brotes de cólera, volvió el goterito a la cocina para higienizar los alimentos, como hacía mi vieja.
14. Spray agua+lavandina: el nuevo elemento de nuestra nueva normalidad para entrar a la casa.
15. Crema con glicerina: tener deshidrosis crónica no es lindo en este momento. La glicerina es fundamental para mí, para poder seguir tocando.

Buenos Aires, Argentina
FADU UBA