By Maria Mata




1. Sillón. Nuestro rincón de la casa redescubierto a partir del confinamiento. Que en mi caso viene unido con la mesa que acompaña.
Rincón que tiene un significado en cada elemento, acercándome a gente que ❤️. Las telas compradas con @paugram, la bella escultura de @leosoifer.escultor y la 💎 Thonet Belgiorno de @guadamanero.
2. Lámpara de pie. La fui a buscar desesperadamente la tarde que anunciaron la cuarentena, era EL elemento que faltaba para que ese rincón terminara de ser especial. También me une con gente que ❤️ @lafelizestudio.
3. Exprimidor. Que nunca falte el limón tibio en ayunas.
4. Set de Inmunidad homeopático/natural. “infundido por Mery (yo) para enfrentar éste y cualquier otro bicho que se nos quiera meter!”. En mi caso, OBVIAMENTE, viene con un par de cositas más.
5. Vinilo. Como representación de la música en general. La cuarentena nos encuentra a los tres tirando pasos en cualquier momento del día como forma de diversión y de sobrellevar las tensiones que conlleva el momento.
6. La compu. Casi siempre unida a los auriculares, fundamental para trabajar, estudiar y llevar adelante los proyectos creativos del momento.
7. Libreta y Lápiz. Para que no se escapen las ideas.
8. Libro. Volviendo a las fuentes de los temas que me interesan, nuestra relación con el planeta, de la mano de Tomás Maldonado.
9. Jardín. Representado por los guantes, la planta y la pala, meter las manos en la tierra, reproducir el verde de nuestra casa es mi mejor terapia.
10. Jabón para la ropa. En la división de tareas de la casa toda mi manía puesta en el lavadero.
11. Chancletas de Goma. Sin medias para limpiar o trabajar en el jardín. Con medias para todo el resto del día.
12. La copa de vino. Básico fundamental para LA VIDA MISMA!, después vemos cómo resolvemos el hígado 🤣.
13. Vela. Para que cada momento tenga magia.
14. Cajita de metal y papel para armar. Porque en cuarentena algún vicio se potencia.
15. Spray de alcohol reducido al 70%. Con el que rociamos absolutamente todo obsesivamente hasta el punto de reírnos de nosotros mismos (y de que las manos se nos caigan a pedazos).