By Nicolás Carletti



‘Ocio, niñez y estudio’

1. Bombilla: ansiedad, tiempo libre. Inevitable dos termos de mate diarios.
2. Auriculares: creando el espacio personal, aislándome del ambiente.
3. Metro de madera: en tiempo de diseño sin prototipar,  fue indispensable para no perder noción de las dimensiones.
4. Lentejas secas: al disponer de más tiempo se  optó por alimentos no procesados ni enlatados. Volver a las raíces.
5. Alcohol etílico: bendita desinfección que nos proteges cada día.
6. Set pocillo y plato de café: nuevos momentos de encuentro y transitando costumbres atípicas a mi vida cotidiana.
7. Libro: ‘Palabras Cruzadas’ de Gabriel Rolón: más ocio y la literatura vuelve a tomar protagonismo. Una manera de no perder la cabeza.8. Porta llaves: nunca estuvo tanto en uso. Las llaves no se movieron de ahí en 3 meses.
9. Lentes: mayor uso de  pantallas llevó forzadamente  a tomar los recaudos necesarios para cuidar la vista.
10. Tablet: al ver más series y leer en PDF tomó protagonismo por sobre el celular.
11. Destornillador: arreglar hasta lo que estaba sano. Herramienta indispensable para cualquier actividad de reparación.
12. Asentador de filo: el uso y abuso de la cocina fue de la mano de mantener los elementos prioritarios en buenas condiciones, cuchilla afilada al punto de cortar papel. Mañas que no se van a ir por mucho tiempo.
13. Cuchilla de cocinero: Uso versátil en todos los procesos de preparación de alimentos.
14. Copa de vino: la apreciación y capacidad de diferenciar los vinos fue una meta entre las actividades de ocio. Altamente lograda a través de la constancia. (“Que hermosa hueva decían, que hermosa hueva ...” Huevos Poetas – Huevos Cartoons 2012, Youtube).
15. Perfume: brindó la sensación de cercanía a lo que era el tiempo antes de la cuarentena. La mayor producción para una comida por video llamada consto en vestirse bien y perfumarse.